
Hoy me siento como si estuviera en el interior de una caracola, viajando a través de un mar muy violento, que agita mi cabeza y la llena de un silbido, lento y acogedor, que tatua en mis oídos cuentos y versos que llevo escuchando muchos años. Siempre los mismos cuentos que abrazo pensando que serán por fin la marea en calma que mi cuerpo pide. Pero los cuentos no dejan de ser el sonido que se graba en el interior de mi caracola, como un Jukebox con la misma canción, melodías que no existen, cantos de sirena que yo me hago propios. De los que debo aprender que no son de verdad
4 comentarios:
pero qué sería de nuestra vida sin esos cantos de sirena? El truco está en comprenderlos, en saber que existen, que nos gusta escucharlos, pero no engancharse a ellos. En caso de creer lo que esos cantos nos narran se corre el riesgo de quedar ahí anclados, pensando, quizás, que el cielo tiene un número limitado de tonalidades.
Hace tiempo que no te veo "in person". Qué tal estás?
Besos grandes
"Sobrevolando con el mando
los estados de emergencia
prefiero una jukebox"
Mejor que la caracola es :P
joe
ya os echo de menos
Muchas gracias x everything lindo!!!
jo :_)
¿donde andas metio?
seguro que aun sigues recogiendo la casa xDDD
Publicar un comentario