Las ovejas nocturnas te acompañan toda la vida, son esas historias que dan vueltas por tu cabeza,son esas noches dando vueltas en la cama buscando un hilo conductor para dormirte, son los sueños y frustraciones que uno arrastra por la vida, son unas compañeras que dan motor y sentido a este juego y son unas paranoicas que te persiguen... hay que conocerlas

jueves, junio 26, 2008

La oscuridad se apodera de mí lentamente, me convierto en Hades. Mi pesimismo retoma su punto de inicio, pero con otro disfraz, ya no es un pesimismo desde la amargura o el resentimiento, ahora es desde el profundo desencanto con el ser humano.
No precisamente por la persona que tengo a mi lado, que quizás es de las pocas que le da credibilidad a esto, es por la sensación general que percibo del mundo. No voy a decir solo que seamos egoistas, porque a veces lo somos y otras no. No todo el mal se concentra en unas personas y el bien en otras, no creo en el maniqueísmo. Más bien creo que en todos hay de todo eso. Y una persona por hacer mal no es mala, porque hay factores y contextos que analizar.

Lo que me produce el desencanto es el conformismo general, tanto con las ideas como con las costumbres, ambas dos se enlazan. La gente es racista y se conforma en serlo. Culpa a los inmigrantes de los males del mundo y se conforma con eso. No se reta a si mismo a cambiar eso, a cuestionarlo. Se emiten juicios morales de forma constante. Nos echamos las manos a la cabeza ante asuntos que nosotros mismos hemos consentido o hecho.
Nos dejamos guiar por políticos que se dejan guiar por lo que opina la prensa. Sin ideas,ni pedagogía, sin escuchar, sin entender. La política no falla, los políticos tampoco, no son más necios e hipocritas de lo que somos el resto. El poder envilece, a cualquiera.
Esto se refleja también en el tipo de cultura que tenemos, unas multinacionales atosigando a los que escuchan esa música. Cuando se benefician por otro lado de esa misma pirateria. Artistas que se visten de letrados para defender la música, sin producir desde hace décadas un disco o dar apenas conciertos. Ya no hace falta una censura que recorte, porque lo hacemos nosotros mismos o como el caso de El jueves ya se encarga quien se tenga que encargar. No existen los artistas totales, iconoclastas. Ya no hay una Rocío Jurado, un Nino Bravo o desde luego una Lola Flores. Quizás posteriormente hemos tenido a Alaska , a Bunbury y diría que Mónica Naranjo,pero el resto de artistas que salen son tan nimios, flojos, sin sustancia, que hay que recurrir al underground y a lo indie para encontrar personas con historias,mundos y discurso, que en otra época hubieran estado copando el lugar que les corresponde. Genís de Astrud por ejemplo o Guille Milkyway sería casos que nombrar.
Y ahí está internet, siendo la única vía de escape para acercarse a todo ese reducto de arte, música y librepensamiento, aunque sea por unos segundos antes de ser cancelado o censurado por impropio. Internet se salta la via, no es un medio de comunicación es más y quizás sea el único camino hacia un nuevo viaje de ideas. Porque esto ya está caduco.

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