Desde el primer día, tendido al sol,
conocí tus ojos.
Las piedras quemaron mi espalda,blanca y manchada.
Mi boca te esperaba escondida tras mis orejas.
Y el pelo se hacia una madeja de hilo de tanta y tanta espera.
No, no me marché pensando en volver,
quizás volví, pensando en marcharme.
Más allá de donde conocí a las brujas,
que me hablaron un día de ti,
marcharme donde no hay mañanas, solo soles eternos.
Marcharme de mí, marchándome de mí.
La coronación de mis pecados, fue hace mucho tiempo.
Yo he ido anotando todos mis atentados
contra el amor
en un tatuaje,y quien sabe si también en un sueño.
O en millones de bombillas que se apagan con la voz,
esperando que vuelva a encenderlas.
Pero yo soy de marcharme y de olvidar todas las palabras de amor,
no serviría de nada que me quedara viendo el mundo,
mientras su final se acerca... no serviría de nada.
Las ovejas nocturnas te acompañan toda la vida, son esas historias que dan vueltas por tu cabeza,son esas noches dando vueltas en la cama buscando un hilo conductor para dormirte, son los sueños y frustraciones que uno arrastra por la vida, son unas compañeras que dan motor y sentido a este juego y son unas paranoicas que te persiguen... hay que conocerlas
sábado, diciembre 06, 2008
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