
No estamos lo suficientemente cansados como para tirarnos en el campo a ver las estrellas y observar de reojo el movimiento del otro.
Los girasoles corren por la carretera, son como un fuego que cortan el aire. Y así girarán el movimiento de las olas hasta llevarlas a la puerta de tu boca, respirando sal por tus pestañas.
Mírate como escuchas el silencio, frente a la pared y la nariz tapada. Si, sigues ahí, petrificado y perdido. Ven conmigo, a ver la luna pasar toda la noche en lo alto. De mi mano, da igual que haya lluvia, será como estar dentro de una cueva y escuchar gotear lágrimas de lo alto de su bóveda.
Y veremos llegar el ruido de las olas tan cerca que nos perderemos en ellas para empezar un nuevo día.
Las intenciones son siempre un buen mapa para seguir la ruta.
1 comentario:
Me encanta sobre todo la ultima frase, saludos man!!
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