Este año que comienza, comienza con unas elecciones (que no erecciones, que también),que a mí personalmente me preocupan, dado el radicalismo al que estamos llegando, yo temo por una llegada de la derecha al poder, no porque oh sea un radical izquierdista de mierda, sino porque veo peligrar avances importantes en los últimos años, entre ellos alguno que me atañe como el matrimonio homosexual, los heterosexuales no perciben este miedo y no lo perciben como algo malo si llegara a ocurrir, pero los gays tenemos la mosca detrás de la oreja, horrorizados por esa manifestación casposa del día 30 de diciembre, donde entre otras cosas querían hacernos ver que nuestra forma de amar y sentir no es válida y tenemos que someternos a la lógica católica. Olvidando la pluralidad y la libertad que habitan en la Constitución para que cada uno viva, sienta y ame como quiera.
Plantean las relaciones de pareja como centros de procreación, en un momento que nis las parejas heterosexuales se conciben para procrear, incluso hablan de que el matrimonio a través de la ley natural es entre hombre y mujer. El matrimonio es una invención del hombre, que nace el derecho romano, que no es sacramento hasta el siglo XV. Llamar diferente a las uniones entre personas del mismo sexo es asumir que somos diferentes e inferiores, y no, mi relación con Rubén no es inferior a la de mi amiga Marga y Edu solo porque ellos tengan capacidad de reproducción. Al fin y al cabo, aunque yo no me case tampoco voy a procrear asi que... qué tonteria.
Yo nunca pido el voto para nadie, pero esta vez si, no es el mejor político que podría haber, pero al menos es mejor opción que Rajoy de calle, no es soberbio, mal educado, pedante.. no habla con los pies encima de una mesa, ni imita acento tejano, es soso pero agradable, tiene buenas intenciones aunque a veces suene a improvisado y puede llevar a España hacia lo que realmente es: un país pluricultural, de corte federalista, plurinacional y sobre todo donde cada uno podría ser como quisiera ser, sin que impositores de la moral incidan en nuestra vida privada. Que gobiernen sus conciencias y hagan autocrítica, antes de venir a decirnos como tenemos que ser.