La Reina no es NADIE. Pero es ALGUIEN. Alguien que debería mantener la boca cerrada.
Ya no tanto porque sus declaraciones puedan parecerme fuera de tono o reaccionarias. Sino porque no debe opinar sobre aquello que ha sido aprobado por el Parlamento. Y más allá no debe opinar de una realidad que atañe a una gran parte de la sociedad, sobre todo desde su papel de consorte del Jefe del Estado.
Luego está toda la corte, empezando por el PSOE, que no se ha posicionado y como hace con la Iglesia esconde la cabeza ni le echa huevos al asunto. Luego se van a llorar a la esquina porque qué malos han sido con ellos la Iglesia. Porque a la Monarquía no le caben críticas. El PSOE está muy cómodo con este sistema, luego siempre de forma idealista nombran a la República, como algo que no se puede conseguir. Y ahí siguen nadando en varias aguas, pero sin mojarse.
Luego están esos periodistas, que cómo no, se esconden bajo los mantos de SM, no vaya a ser que la Monarquía se quede con su cara. Tener que escuchar que la Reina tiene derecho a opinar lo que quiera, que ha dicho cosas que opinan muchos españoles etc etc. Lo afirman porque las declaraciones no han ido contra sus intereses.Y encantandos de conocerse.
Afirmando cosas como que el orgullo es una vergüenza hasta para los propios gays.
Y por ahí si que no paso.
¿Por qué opina esta gente de cosas que no les atañen? es decir,¿porque se cortan las calles?, también se cortan cuando el Madrid gana cualquier cosa, para las procesiones etc.. y todos lo vemos natural. Y sobre todo porque no sé por qué puede dar vergüenza, por ver hombres en lo alto de carrozas, por ser una fiesta divertida, alegre, con un toque reivindicativo diferente,por ser una celebración de la diferencia..
En definitiva que cada día paso más de ese país que se llama ESPAÑA, así con mayúsculas
Las ovejas nocturnas te acompañan toda la vida, son esas historias que dan vueltas por tu cabeza,son esas noches dando vueltas en la cama buscando un hilo conductor para dormirte, son los sueños y frustraciones que uno arrastra por la vida, son unas compañeras que dan motor y sentido a este juego y son unas paranoicas que te persiguen... hay que conocerlas
viernes, octubre 31, 2008
miércoles, octubre 29, 2008
lunes, octubre 13, 2008
EL ABANDONO
El abandono es la fuerza que se pierde tras la desilusión. Es el invierno durante la primavera. Las lágrimas al esperar en la calle.
El abandono no es solo de los demás hacia a uno, es de uno hacia uno mismo. De uno hacia otros. De todos hacia uno.
El abandono es una escisión sobre el corazón, una falta, una sombra, una ausencia. El abandono de la luna es la pérdida de la claridad en la noche. El abandono del día es la sumisión a la noche. En la noche el abandono es la letargia consumada, la vigilia se queda en la nuca. Durante la letargia consumamos nuestras sinrazones, abadonamos la luz a la espera que el consciente devore al subconsciente o el subconsciente se revele como la verdad definitiva. Poniendo a nuestro alcance todas las fotografías de nuestra vida.
El abandono de uno mismo supone escindir toda esa luz bajo la sombra, es cerrar los ojos y no soñar. Es dejarse ensimismar por el poder de la vigilia.Es un suicidio del alma.
El abandono no es solo de los demás hacia a uno, es de uno hacia uno mismo. De uno hacia otros. De todos hacia uno.
El abandono es una escisión sobre el corazón, una falta, una sombra, una ausencia. El abandono de la luna es la pérdida de la claridad en la noche. El abandono del día es la sumisión a la noche. En la noche el abandono es la letargia consumada, la vigilia se queda en la nuca. Durante la letargia consumamos nuestras sinrazones, abadonamos la luz a la espera que el consciente devore al subconsciente o el subconsciente se revele como la verdad definitiva. Poniendo a nuestro alcance todas las fotografías de nuestra vida.
El abandono de uno mismo supone escindir toda esa luz bajo la sombra, es cerrar los ojos y no soñar. Es dejarse ensimismar por el poder de la vigilia.Es un suicidio del alma.
domingo, octubre 12, 2008
Luz incandescente en el frontal izquierdo de la entrada,
parpadeante, una luciernaga en su cabeza,
una estrella radiante, mármol reluciente.
Cegadora y brillante, nieve en la ventana,
un pájaro ruge entre las hojas frías.
sueños perdidos en el tiempo.
Crecen y fluyen. Fantasias.
Inmortal y eterna surge la magia
desde sus rincones, fluyen cantando
recogen miedos, profundos, silencios.
Hiela mi sangre aquel recuerdo,
sangre que brota desde mis alambres,
marioneta de ojos cerrados,
lava y vapor desde mis adentros.
parpadeante, una luciernaga en su cabeza,
una estrella radiante, mármol reluciente.
Cegadora y brillante, nieve en la ventana,
un pájaro ruge entre las hojas frías.
sueños perdidos en el tiempo.
Crecen y fluyen. Fantasias.
Inmortal y eterna surge la magia
desde sus rincones, fluyen cantando
recogen miedos, profundos, silencios.
Hiela mi sangre aquel recuerdo,
sangre que brota desde mis alambres,
marioneta de ojos cerrados,
lava y vapor desde mis adentros.
lunes, octubre 06, 2008
miércoles, octubre 01, 2008
Vuelve a caminar, de espaldas a la cama,
la luz se agota en tus púpilas,
se enciende la bombilla en tu cabeza
y una interrogación inunda tu discurso.
Eres un pequeño duende que se asoma a mi vida,
lo sé, haces magia con mi sombra.
Busco en cada segundo el siguiente segundo,
en tu abrazo se abre el sol y el mundo
se vuelve inmenso.
Hay un dolor que desaparece lento,
vuelve menos intenso y ruge como un león.
No sé, si pelear contra tu piel,
o arrancarme la cabeza
y dejarla en tu santuario.
Si sé, que quiero evitar volverme una pared,
de piedra muerta, quiero evitar
volverme arena de un reloj y no contar
el tiempo que pasa cuando no estás.
Es tan obvio, soy tan obvio, como una madrugada,
tan resultón como una estrella fugaz,
tan vacio como una bocanada de humo.
Y voy de espaldas a la ventana,
corrigiendo mis pisadas, por no quererte molestar.
Por si me retienes y con la mirada baja
me juras eternidad.
la luz se agota en tus púpilas,
se enciende la bombilla en tu cabeza
y una interrogación inunda tu discurso.
Eres un pequeño duende que se asoma a mi vida,
lo sé, haces magia con mi sombra.
Busco en cada segundo el siguiente segundo,
en tu abrazo se abre el sol y el mundo
se vuelve inmenso.
Hay un dolor que desaparece lento,
vuelve menos intenso y ruge como un león.
No sé, si pelear contra tu piel,
o arrancarme la cabeza
y dejarla en tu santuario.
Si sé, que quiero evitar volverme una pared,
de piedra muerta, quiero evitar
volverme arena de un reloj y no contar
el tiempo que pasa cuando no estás.
Es tan obvio, soy tan obvio, como una madrugada,
tan resultón como una estrella fugaz,
tan vacio como una bocanada de humo.
Y voy de espaldas a la ventana,
corrigiendo mis pisadas, por no quererte molestar.
Por si me retienes y con la mirada baja
me juras eternidad.
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