En cierto momento del día la oscuridad planea por mi cabeza, la hartura se jacta de sus logros y escucho a las hienas reirse detrás de mí. Todo porque una vez tuve un plan. Un plan magnífico para mí mismo, pero sin trazos, ni bocetos, ni esquemas. Sólo un plan, no consistía en viajar a la luna, ni en hacerme rico, ni en ser una estrella de rock and roll ni mucho menos escaparme volando en parapente. Era un plan perfecto para mi mismo. Puse todo mi empeño en no fracasar. Pero cada tarde la oscuridad planea por mi cabeza y vuelvo a fracasar. Será el ocaso del silencio, el rumor de lo que no llega, de lo que permanece latente esperando fracasar.
La felicidad es un plan demasiado perfecto.
Las ovejas nocturnas te acompañan toda la vida, son esas historias que dan vueltas por tu cabeza,son esas noches dando vueltas en la cama buscando un hilo conductor para dormirte, son los sueños y frustraciones que uno arrastra por la vida, son unas compañeras que dan motor y sentido a este juego y son unas paranoicas que te persiguen... hay que conocerlas
martes, mayo 19, 2009
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