Las ovejas nocturnas te acompañan toda la vida, son esas historias que dan vueltas por tu cabeza,son esas noches dando vueltas en la cama buscando un hilo conductor para dormirte, son los sueños y frustraciones que uno arrastra por la vida, son unas compañeras que dan motor y sentido a este juego y son unas paranoicas que te persiguen... hay que conocerlas

lunes, julio 17, 2006

DRoGa

Siempre me había considera poco capacitado para querer a alguien, incluso entendía y aceptaba que no tenía nada que ofrecer para que alguien me quisiera. Creía firmemente que el amor era algo para unos pocos entre los que nunca me incluía. Hasta que me enamoré por primera vez y entonces se convirtió en una droga dura que necesito diariamente. No quiero hacer un decálogo sorbe cursileria, sino un pequeño razonamiento de la importancia de querer y que te quieran.Saber que una vez que lo pruebas se convierte en el motor químico de tu vida, haciéndote viajar sensorialmente en una montaña rusa de emociones,repleto de muchas etapas, todas intensas: ilusión, apego, deseo, celos, sufrimiento, reconciliación, lujuria, vacio, gozo, pérdida, ruptura..., no son etapas que hay que recorrer en el amor obligatoriamente, pero todos hemos recorrido esas sensaciones en muchas ocasiones.
No entiendo a la gente que se niega a enamorarse de nuevo, si es que son capaces de tal cosa, es aceptar la soledad, esa soledad hiriente, que se intenta apaciguar con escapadas furtivas a camas ajenas y propias, esto es válido y necesario, pero para mi forma de ser es duro, porque no soy persona que se adapte bien a la soledad. La soledad me gana la batalla y margina al lado de los autocompasivos, ese lado de la vida que tanto detesto. Por eso huyo de esa soledad, porque lejos de ella soy una persona diferente, pesimista, pero con cierta alegría de vivir. Y en el amor y el enamoramiento encuentro el otro lado del río en el que soy explosión de serenidad: entre sereno y compasivo, acepto mejor lo primero. En estos momentos estoy sereno y en mi orilla parace que no vea barcas que me inviten a cruzar al otro lado. Ni falta que me hace.

Momento punki del año: el cabezazo de Zidane a Mazzerati o como coño se escriba

2 comentarios:

Anónimo dijo...

supongo que la negación a enamorarse de nuevo no viene más que x el miedo a un nuevo dolor...

Almu dijo...

Exacto. Ni el mejor de los momentos que pasé enamorada compensa todo el dolor que vino después. Cuando te confías y das todo por alguien y al final, ese alguien te da la espalda... ese dolor es incomparable a cualquier otra cosa. Por eso... EL AMOR ES UNA MIERDA! :P