Mirando las posibilidades de reducir a cero mi angustia:
Voy a encontrar una forma de hacerlo.

Nunca fuimos tan valientes.
Nunca fuimos tan sinceros.
Nunca fuimos vencedores.
Nunca fuimos jugadores.
Nunca el silencio fue cómodo.
NUnca unos ojos pelearon contra nadie.
Nunca una boca callada, fue mortífera lluvia.
Nunca he esperado tanto, esperando de esperar.
Nunca te sostuve el corazón roto.
Nunca dejé abierto de par en par mi lado más austero.
Nunca pensé que llegaríamos hasta tan lejos.
Pero nunca dijimos que nunca debiamos decir nunca.

REBELDES

Tiraste a dar, seguro, que tiraste a dar,
contra el paso del tiempo no hay nada que hacer
te dije.
No creiste nada de lo que te conté.
Pensaste que estaba soñando. Volando.
Acabando
un pensamiento.
Y te tatuaste a los rebeldes que te enseñaron
a caminar.
A mirar de frente. Inquietante e inquieto.
Lucha de perros. Solo muerde aquel que sabe lanzarse
a tiempo,
sin miedo.
Como un rebelde destrozando la máquina del miedo,
la violencia es recíproca, el silencio unívoco.